En anteriores entradas de nuestro blog ya comentábamos qué es una cámara frigorífica y la importancia de contar con una en nuestro negocio. Hoy explicaremos cómo funcionan.
Entender esto es clave a la hora de decidir cuáles son tus necesidades de frío y qué sistema puede ajustarse mejor a tu negocio.
¿Cómo funciona una cámara frigorífica?
Como ya hemos explicado anteriormente, las cámaras frigoríficas nos va a permitir alargar la vida útil de los productos que almacenemos dentro de ella. Para conseguir esto, la cámara frigorífica es capaz de generar dentro de ella la temperatura óptima para el producto almacenado.
Proceso de refrigeración dentro de la cámara frigorífica.
El ciclo de refrigeración comienza con el líquido refrigerante, que es absorbido por el compresor en forma de gas a baja presión. El compresor comprime el refrigerante, convirtiéndolo en un gas de alta presión y temperatura, que es capaz de moverse a través de las bobinas del condensador que envuelven el compresor. Este vapor a alta temperatura se enfría y se condensa a líquido, emitiendo calor al aire exterior y volviendo a comenzar el ciclo.
¿Cómo conseguimos que la máquina enfríe?
Nuestro equipo de frío es capaz de refrigerar la sala, dado que en este ciclo la válvula restringe el flujo de líquido, disminuyendo su presión a medida que sale, lo que hace que disminuya la temperatura del espacio que se debe enfriar.
Una vez ocurrido esto, empieza el ciclo que comentábamos anteriormente, en el que el líquido se trasladaba al evaporador, absorbiendo el aire del exterior y volviendo a convertir el líquido en gas.
En este momento el gas se encuentra a una temperatura y presión más baja, por lo que es capaz de enfriar el contenido almacenado en la cámara. A medida, que circula por la cámara, regresa al compresor, donde se repite todo el ciclo completo
¿Qué debemos de tener en cuenta para que nuestra cámara frigorífica enfríe?
Es necesario que podamos contar con un adecuado control de la presión, la humedad y la temperatura de la cámara. Además, contar con una cámara construida específicamente para la refrigeración o congelación de producto.
Esto quiere decir que debe contar con un cierre hermético, suelos aislantes, etc., que impidan el intercambio térmico con el exterior. Junto con esto, y a la hora de organizar la distribución del producto, es necesario tener en cuenta que los productos deben contar con el suficiente espacio como para que el aire pueda circular por todo el recinto y que no se deben colocar mercancías cerca de los quipos, ya que podría ocurrir que estos se congelaran.
Si estás pensando en contar con una cámara frigorífica como tu solución de frío, estás en el lugar adecuado. Contacta con nosotros y asesórate sin compromiso.
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